Gyorgy Bakoni, un asesor de seguridad del primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha contado a la televisión estatal M1 que los 29 son inmigrantes y que entre ellos hay "un terrorista identificado", sin dar más detalles.
Una veintena de policías húngaros y dos niños han resultado heridos este miércoles en la frontera con Serbia después de que un grupo de refugiados intentase entrar a la fuerza en Hungría.
Las autoridades serbias han denunciado el uso de un cañón de agua y gases lacrimógenos por parte de Hungría y ha enviado más policías a la línea limítrofe para "evitar más ataques".
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se ha mostrado "extremadamente preocupado" por esta violencia y ha urgido a Hungría a cumplir sus "obligaciones legales y morales" y permitir un "acceso sin obstáculos" a los refugiados.