La contaminación atmosférica ya es un asesino global: acorta tu vida

Noticias Cuatro 25/08/2018 09:12

Así lo señala un estudio realizado por un equipo de ingenieros ambientales e investigadores de salud pública de la Escuela de Ingeniería Cockrell en la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos). Estos científicos han estudiado la contaminación del aire y la esperanza de vida de forma conjunta, a nivel mundial y por países, para llegar a unas conclusiones escalofriantes.

La contaminación atmosférica se convierte en un asesino global porque “es cierto que la contaminación atmosférica, a nivel global, supone una pérdida de esperanza de vida ya que muchas personas fallecen prematuramente por este problema”, explica Miguel Ceballos, portavoz de Contaminación Atmosférica de Ecologistas en Acción. "En España, los trabajos de investigación insisten en ese mismo resultado", observa.

Las partículas finas pueden entrar en los pulmones, y respirar PM2.5 se asocia con un mayor riesgo de ataques cardíacos, derrames cerebrales, enfermedades respiratorias y cáncer. La contaminación de PM2.5 proviene de plantas de energía, automóviles y camiones, incendios, agricultura y emisiones industriales.

En este sentido, un equipo internacional de expertos de Londres, Reino Unido, Mainz y Cleveland, EEUU, ha señalado que el polvo ultrafino puede provocar enfermedades cardiovasculares. "Estas partículas tienen el tamaño de un virus. Cuando se inhala materia ultrafina, entra inmediatamente en el torrente sanguíneo a través de los pulmones, es absorbida por los vasos y causa inflamación local. En última instancia, esto causa más aterosclerosis y, por lo tanto, conduce a más enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca y arritmias cardíacas. De particular interés es el hecho de que con respecto a las emisiones de escape diésel muy discutidas", ha declarado el director de Cardiología I del Departamento de Cardiología del Centro Médico de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (JGU), Thomas Münzel.

Joshua Apte, director del equipo de investigadores de la Universidad de Texas, indica que si las cifras se mantuvieran dentro de los niveles establecidos por la Directriz de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud (10 μg m-3), la esperanza de vida podría aumentar en una media poblacional de 0.6 años, equiparable a una magnitud similar a la de erradicar el cáncer de pulmón y de mama juntos.

"El hecho de que la contaminación del aire de partículas finas es un asesino global importante ya es bien conocido. Y a todos nos importa cuánto tiempo vivimos. En este estudio, fuimos capaces de identificar sistemáticamente cómo la contaminación del aire también acorta sustancialmente vidas en todo el mundo", comenta Apte en un artículo publicado en la revista Environmental Science & Techonology Letters

El beneficio para las personas mayores de mejorar la calidad del aire sería "especialmente importante” en países como India y China. Así, según el estudio, si se eliminara la contaminación del aire como un riesgo de muerte en una gran parte de Asia, las personas de 60 años tendrían del 15 al 20 por ciento mayor posibilidad de vivir hasta los 85 años o más.

“En países como China o India, los niveles de contaminación atmosférica son más elevados y la esperanza de vida menor –puede llegar a dos años menos- precisamente por las medidas adoptadas hace 30 años sobre el transporte y la industria, que redujeron la contaminación en Europa y EEUU deslocalizándolo a países del Tercer Mundo”, indica Ceballos que recuerda que las estrategias para reducir la contaminación atmosférica son las mismas que para luchar contra el cambio climático ya que ambos son problemas derivados de lo mismo: la quema de combustibles fósiles.

En este sentido, entre las medidas para reducir la contaminación estarían la sustitución de la quema de combustibles fósiles para la producción de electricidad y para el transporte por energías menos contaminantes, ya que es la fuente fundamental de contaminación, aunque no la exclusiva. “La única solución pasa por reducir de manera significativa el uso del carbón, el petróleo e, incluso el gas natural, por energías menos contaminantes”, indica el portavoz de Ecologistas en Acción.

Energías menos contaminantes como la eólica y la solar, en las que España estaba a la cabeza hace una década. “Las política gubernamentales han hecho que nos estanquemos, incluso se ha producido una pequeña caída, en renovables. No se construye ningún parque eólico o solar nuevo desde hace 30 años”, subraya Ceballos.

Respecto al transporte, habría que pensar en sustituir el uso masivo del automóvil por el transporte colectivo como el tren (para medias distancias) o el autobús y el metro (para áreas urbanas), así como la bicicleta o el tránsito peatonal (para distancias cortas). “Deberíamos conseguir que el tráfico del domingo fuera el tráfico habitual”, es el consejo desde el colectivo ecologista.

En tercer lugar, habría que incidir en el ahorro y la eficiencia energética, con mejor aislamiento en los hogares para reducir el uso de calefacción y aire acondicionado. Y también fomentar el uso de equipos de bajo consumo en los electrodomésticos. Medidas que cualquier persona puede poner en práctica en su propio hogar para empezar a combatir al asesino que nos rodea: la contaminación.