Encarcelada tras abandonar en un parque al bebé que cuidaba para ir a emborracharse

Noticias Cuatro 09/11/2016 20:28

"Aquella noche elegiste priorizar tu deseo de beber alcohol sobre la necesidad de un bebé de ser protegido". Con esas palabras, el juez Robert Altham señalaba a Julie Gill, de 44 años de edad y residente en Blackpool, Lancashire, al noroeste de Inglaterra, por su terrible negligencia cuando se encontraba al cuidado de una pequeña.

Lejos de vigilarla, cuidarla y procurarle toda la atención que un bebé necesita, decidió que lo mejor era irse a emborracharse y reunirse con un amigo en un pub de la localidad.

Y lo hizo. Justo después de abandonar al bebé dejándolo abandonado en el carricoche en un parque.

Según la información, recogida por Daily Mail, Julie, que había estado bebiendo vodka en su casa en South Shore antes de ver a su amigo, continuó alcoholizándose durante toda la noche.

Durante todo ese tiempo, el bebé permaneció a la intemperie, expuesto a numerosos peligros, desde el hambre, hasta "el frío, –aunque fuese verano–", "los animales" que pudiesen merodear por la zona, o "incluso al secuestro", como apunta el juez.

No fue hasta que un hombre que paseaba sacando a su perro a las 7:30 de la mañana cuando fue encontrada. Éste, se acercó al carricoche, que estaba en el suelo y del revés, y cuando intentó levantarlo se dio cuenta de que su peso delataba que, efectivamente, transportaba un bebé. La pequeña, no tenía abrigo, ni zapatos ni manta, y permanecía con el pañal sucio y la cara rozando el suelo.

Tras el suceso, la policía rastreó las pistas encontradas en el carricoche para llegar hasta Julie Gill, quien ha sido declarada culpable de crueldad infantil y afrontará un año de prisión.