El 94% de autores de fuegos actúa en solitario en Galicia y "sin cómplices", según el estudio psico-sociológico de implicados en incendios forestales realizado por la Fiscalía Superior a raíz de la ola de incendios que arrasó con cerca de 80.000 hectáreas en 2006.
En ese estudio se evalúan 138 incendios gallegos. Así, se recoge también que un 92,8% de los que prendieron fuego lo hicieron sin "coautores", "encontrándose que en ninguno de los casos se informó de que hubiera realizado en grupo".
En el análisis de las "causas estimadas por la investigación", se encontró que el 68,8% de los incendios fueron intencionados, el 25,4%imprudentes y un 5,8% en los que los investigadores no pudieron determinar la causa.
Entre los intencionados, la mayoría fueron por prácticas tradicionales inadecuadas (el 23,9%); seguidos por los "sin sentido" (21%); los relacionados con la obtención de algún beneficio (17,9%); los realizado por pirómanos (7,2%) y aquellos que fueron para causar daño a terceros (5,1%).
Una gran mayoría de los incendiarios tenía fijado su domicilio en la misma localidad (80,4%) y prendieron un solo foco en el 87%. Como medio de transporte, los autores fueron a pie hasta el lugar de inicio del incendio en el 51,4% de los casos, la mitad "abandonó" el lugar (51,4%), sin que el 81,9% "ayudaran en la extinción".
TRES PERFILES DE INCENDIARIOS
Asimismo, en la conclusión del estudio se determinan tres tipos de perfiles de incendiarios: por infracción, de tipo instrumental y sin sentido.
En lo tocante a los fuegos por infracción, tienden a ser diurnos, el autor tiene entre 36 y 46 años y suele ser el propietario del terreno incendiado, que ayuda en la extinción. El fuego tuvo su origen en chispas de maquinaria, prender cigarrillo o artefactos como pirotécnicos. "En muchos casos no asume la responsabilidad del incendio", pero "en otros sí que lo hace".
Respecto al perfil de tipo instrumental, normalmente son diurnos con un solo foco. El autor es preferentemente mayor de 61 años, jubilado o pensionista, que no ayuda en la extinción. Conocían mucho al propietario del terreno incendiado, y parece que tienden a asumir la responsabilidad del fuego pero no la del incendio. Prenden con fósforos o mechero.
Finalmente, los fuegos sin sentido suelen ser más frecuentes al anochecer. Sus autores tienen entre 36 y 46 años, con elevado nivel de analfabetismo. Presentan problemas de salud y han estado en tratamiento psicológico o psiquiátrico, tendiendo a perpetrar el incendio bajo el efecto de sustancias, prendiendo con mechero o artefactos artesanales. Una vez identificados, se constata que no conocían de nada al propietario del terreno afectado.