Al menos 64 personas han muerto y 80 han resultado heridas por el derrumbe de un edificio residencial en Nueva Delhi (India). Decenas de efectivos se afanan en rescatar de los escombros a los posibles supervivientes de la que ya es una de las peores tragedias de este tipo sufridas en la capital india.
Según las autoridades capitalinas, el edificio había sido construido ilegalmente y sus cimientos probablemente fueron debilitados por las recientes inundaciones en la zona.
Al edificio, de 15 años de antigüedad y situado en el concurrido barrio de Laxmi Nagar, se le estaba añadiendo una quinta planta. Se cree que en el momento en que se vino abajo había en su interior en torno a una docena de trabajadores inmigrantes.
Según algunas fuentes, el edificio albergaba también una fábrica de helados. Además, se ha asegurado que los cimientos correspondían a un edificio de tres plantas pero que se habían agregado otros dos niveles.
La Policía baraja la posibilidad de culpar de homicidio al propietario, Amrit Singh, que se fugó junto a su familia al conocer lo ocurrido. Un miembro de la Policía detalla que el caso se ha registrado bajo el apartado 304 del Código Penal indio.
La primera ministra de Nueva Delhi, Sheila Dikshit, ha expresado el temor de que hayan muerto otras cinco o seis personas que permanecen atrapadas entre los escombros del edificio, que se derrumbó en la noche del lunes.