Según cuenta el diario Daily Mail, Oaf -como lo llamaba su familia- nunca recibió el título oficial del Record Guinnes debido a sus problemas de salud y se le otorgó a Sultan Kösen, un turco que mide 2'51 metros.
Durante la semana anterior a su muerte, Saorsi ingresó en el hospital debido a las complicaciones que estaba atravesando su salud. Los médicos le advirtieron entonces que tendría que estar en constante reposo pero le dejaron marcharse a su casa, junto a su padre y su madre, que eran los encargados de sus cuidados. Ha sido su madre quien le ha contado al medio que, al volver de hacer la colada, encontró a su hijo ya sin vida.