Según informa Fox News, Wyatt nación con un trismo congénito, un trastorno que no le permite mover los músculos de la mandíbula y que le impide abrir la boca.
Esta extraña enfermedad hace que el pequeño, de nueve meses, tenga que alimentarse a través de tubos. Los médicos buscan una solución pero no saben cómo ayudarle. "Nadie nos puede decirnos si Wyatt va a estar mejor en dos años, cinco años, 10 años o si va a comer por un tubo el resto de su vida", dice su madre, Amy Miville .
Este síndrome, además, le impide parpadear, tragar y utilizar los músculos faciales. En una ocasión, Wyatt estuvo a punto de morir al vomitar y no poder expulsarlo. Sus padres le llevaron a urgencias al borde de la asfixia.
Los padres de Wyatt han creado un sitio web para solicitar asesoramiento a todo aquel que quiera colaborar y para recaudar fondos.