México arde por la indignación. Armados con extintores decenas de jóvenes protestan por la reforma de la ley educativa en la ciudad de Oaxaca. Los manifestantes han cercado el Instituto Estatal de educación pública y saqueado sus oficinas. Arrasan con todo a su paso, cristales, vehículos, acciones radicalizadas con las que intentan plasmar sus protestas. Destrozan infraestructuras por las que reivindican una mejora y alzan la voz para reclamar más recursos educativos. Los estudiantes lo tienen claro: exigir el diálogo a través de la violencia. Medidas de urgencia a las que, según ellos, se han visto obligados.