Un documento de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW) indica que tras la observación de 21 de los 23 centros de armas químicas en Siria, por parte de sus inspectores, todos los equipos de producción y elaboración de armas químicas declarados en Siria han quedado destruidos.
Aunque hay dos centros que no se han observado por estar situados en ubicaciones demasiado peligrosas, sus equipos de armamento químico ya han sido trasladados a otros lugares y debidamente inspeccionados.
En aplicación del reciente acuerdo entre Washington y Moscú y tras las amenazas militares de Estados Unidos por el ataque con gas sarín en las cercanías de Damasco, que causó cientos de muertos, Siria había accedido a la destrucción de su arsenal. Aunque el país acusó de ese ataque a los rebeldes, tanto el gobierno norteamericano como otros países occidentales habían atribuído la acción al gobierno sirio.
El acuerdo obliga a Siria a inhabilitar todas sus instalaciones de producción y elaboración de armas químicas antes del 1 de noviembre y para mediados de 2014 deberá quedar destruido todo su arsenal químico.