Sarkozy se ha dirigido a quienes han votado al FN: "Comprendemos vuestro enfado, pero ese partido no aporta respuestas. Confirmo que no habrá ningún acuerdo nacional con este partido".
El dirigente conservador ha destacado que estos comicios reflejan "el profundo deseo de cambio" de los franceses con una "masivo abandono de la izquierda" y una basculación hacia la derecha y el centro.
También ha reaccionado ya el primer ministro socialista, Manuel Valls, que se ha felicitado por que la extrema derecha "no es la primera formación política de Francia". Valls ha destacado también la participación, ligeramente por encima del 50 por ciento y superior a la pronosticada por las encuestas.
Con vistas a la segunda vuelta, Valls ha apelado a la "movilización" y a la "unidad". "La izquierda, muy dispersa en la primera vuelta, va a unirse para la segunda vuelta", ha afirmado. Además, ha pedido un "frente republicano" para impedir el avance de la extrema derecha.
Precisamente la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha destacado el "logro" de estos resultados que según ella, superan el resultado de las últimas elecciones europeas pese a no tener "implantación previa". "Los franceses quieren recuperar la libertad", ha afirmado.