Los potenciales vicepresidentes, eclipsados en la vorágine de la campaña

EUROPA PRESS 06/11/2016 11:05

Trump eligió al gobernador de Indiana, Mike Pence, como su compañero de fórmula y contrapeso. No en vano, las constantes polémicas del magnate hacían necesario buscar a un 'número dos' menos controvertido, aun a riesgo de no lograr el mismo arrastre que se habría obtenido con otro rostro popular.

Curtido en el Congreso, Pence, de 57 años, podría alentar a los cristianos evangélicos, un apoyo crucial para las aspiraciones de Trump a nivel nacional. Entre sus medidas más polémicas como gobernador figura su boicot a las leyes medioambientales del presidente, Barack Obama, así como iniciativas para limitar el aborto o los derechos de la comunidad LGTB.

Algunos medios advertían, sin embargo, de que la incorporación de Pence a la fórmula republicana podría no añadir réditos electorales directos, ya que Indiana parece una victoria más fácil que otros estados para el magnate. La media de sondeos de Real Clear Politics concede a Trump una ventaja de nueve puntos porcentuales.

Pence se ha tenido que enfrentar en sus entrevistas a numerosas preguntas relacionadas con las polémicas que, de forma prácticamente diaria, ha ido generando Trump, hasta el punto de llegar a matizar una de las principales promesas del magnate: el veto a la entrada de musulmanes.

El potencial vicepresidente republicano puede decir que al menos ha sobrevivido al huracán Trump, al que prometió no dejar de lado en mitad de la campaña. También puede colgarse la victoria moral --la que otorgan los sondeos-- en el debate televisado con su homólogo demócrata, el senador Tim Kaine.

UN DISCURSO PARA LA HISTORIA

Kaine, por su parte, llegó a la carrera de la mano de Hillary Clinton, que lo eligió como compañero de fórmula en detrimento de otros nombres que podrían haber resultado más controvertidos como la senadora Elizabeth Warren. Ya había sonado en las quinielas de la campaña de 2008.

Kaine, de 58 años, es senador por Virginia, considerado uno de los territorios clave para Clinton, y seguiría el mismo perfil bajo del actual vicepresidente, Joe Biden. No se le han echado en cara posiciones controvertidas o salidas de tono durante la campaña, aunque lo cierto es que tampoco parece haber sumado demasiados puntos al casillero de Clinton.

Para la historia, no obstante, ha quedado un discurso pronunciado íntegramente en español en Miami, en un hecho inédito en la historia de las campañas electorales norteamericanas. No en vano, Kaine, con presencia en las comisiones parlamentarias de Servicios Armados y Exteriores, es presidente del Consejo Estados Unidos-España.

EN SEGUNDO PLANO

En lo que sí coinciden Kaine y Pence es en haber pasado la campaña en un segundo plano, quizás excesivo habida cuenta de que siguen sin ser unos rostros conocidos para parte de la población que este 8 de noviembre acudirá a las urnas.

A principios del mes de octubre, antes del debate, cuatro de cada diez estadounidense admitían no saber lo suficiente de Kaine para opinar de él, mientras que en el caso de Pence el nivel de desconocimiento era del 33 por ciento, según una encuesta difundida por NBC News.

Estos datos habrían mejorado en últimas semanas a golpe de entrevistas y mítines y, según un sondeo divulgado por 'The Washington Post', los dos hipotéticos vicepresidentes han mejorado la imagen de los cabezas de fórmula en ciertos sectores reacios. Además, cuentan con mayor popularidad que ellos en términos generales.

Un 51 por ciento de los votantes tiene una opinión favorable de Kaine, apenas un punto por encima del dato de Pence. En el caso de este último, le sigue lastrando que un 13 por ciento de los encuestados ni siquiera tiene opinión sobre él, frente al 7 por ciento que 'no sabe, no contesta' sobre el aspirante demócrata.