Su madre, Jessica Decent-Doll ha contado que el 9 de enero llevaron a Michael Messenger a las urgencias de un centro de atención primaria, después de que el pequeño experimentase vómitos. Allí, descartaron que tuviese gripe y le recetaron fármacos contra las náuseas.
Sin embargo, el pequeño no mejoró. Dos días después, su padre le encontró tirado en el suelo con los ojos abiertos, pero inmóvil, según publica People.
Inmediatamente, Michael Messenger fue trasladado al Hospital St. John River District, donde una hora y media después fue declarado muerto.
"Esta gripe o lo que sea que hay este año es increiblemente peligrosa, ha dicho su m,adre a la misma publicación. Además, ha contado que Michael estaba vacunado del virus.
Sin embargo según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la vacuna reduce la probabilidad del contagio entre el 10 y el 60 por ciento.