La directora adjunta de la escuela, Rachel Bueno, explicó que Kyle había sido expulsado por una travesura en clase. “Era un niño divertido y a veces esa diversión le llevaba a meterse en problemas, pero nada más… era un niño brillante y lleno de vida”, ha asegurado Bueno en declaraciones al diario Mirror.
Cuando Lorraine, la madre de Kyle, llegó a casa lo encontró colgado de la litera con una bolsa que empleaba por las noches para guardar sus gafas y su móvil. Llevaron al Kyle al hospital pero nada pudieron hacer por él.
Aunque el cordón delgado de la bolsa estaba alrededor del cuello de Kyle, los médicos no encontraron huellas profundas o signos de trauma en el cuerpo de la joven. El forense Gordon Armstrong determinó que Kyle, que era pequeño para su edad, murió asfixiado.
Kyle solía ser travieso. En otras ocasiones se había subido a una ventana y a un techo. Esta vez su curiosidad resultó fatal según la sentencia.