El suceso ha tenido lugar concretamente en una estación de la localidad de Bekirhan, donde se han desplazado ya varias ambulancias y coches de bomberos.
Aunque ningún grupo ha asumido la responsabilidad del atentado, el suceso ha tenido lugar en una de las provincias más peligrosas del sureste de Turquía, y escenario de operaciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), las milicias kurdas separatistas con las que Turquía está en guerra desde hace décadas.