"El mandato que recibí en las elecciones del 25 de enero fue negociar enérgicamente en nombre de Grecia, pero ese mandato se ha agotado", ha dicho Tsipras en una entrevista concedida a ALPHA TV, la primera desde que el pasado jueves anunció su renuncia.
Tsipras ha explicado que "las circunstancias cambiaron completamente" el 12 de julio, cuando acordó con sus socios de la eurozona un tercer rescate a la economía helena para los próximos tres años valorado en 86.000 millones de euros, a cambio de reformas estructurales.
El líder izquierdista ha afirmado que negoció duramente para conseguir un acuerdo "con problemas" pero "con potencial". "El Fondo de Privatizaciones irá en un 50 por ciento a pagar la deuda, pero en otro 50 por ciento a desarrollo", ha destacado a modo de ejemplo.
Con este acuerdo --ha esgrimido-- excedió el mandato electoral. "No tenía derecho a gastar los cuatro años. Soy plenamente consciente de ello", ha indicado, añadiendo que se siente "a gusto" dando a los griegos la oportunidad de valorar su breve gestión.
Interrogado sobre el referéndum celebrado el 5 de julio para decidir sobre el tercer rescate, Tsipras lo ha definido como "un momento inspirador" y ha sostenido que el 62 por ciento de los que votaron por el 'no' en realidad estaban pidiendo un mayor esfuerzo negociador, no una salida de Europa.
"El 62 por ciento del 'no' incluye a un porcentaje muy pequeño de gente que estaba en contra de cualquier acuerdo y a favor de una salida de Europa", ha subrayado, en declaraciones recogidas por los medios de comunicación griegos.
Tsipras ha defendido que, a pesar de los "reveses" sufridos por el voto del 'no', "su papel sigue siendo muy importante" y que por eso no colaborará "con el viejo sistema político con el que los griegos quieren acabar", aferrándose al poder.
Elecciones anticipadas
Además, ha insistido en que SYRIZA es la mejor opción para rematar "una negociación que sigue abierta". "La batalla debe darse dentro de Europa", ha remachado, con la mira puesta en unas elecciones anticipadas.
Tras la dimisión de Tsipras, el presidente griego ha encargado a los tres partidos más votados en los últimos comicios la tarea de formar gobierno, pero ninguno lo ha conseguido, de modo que se espera que llame a elecciones.