El ministro de Información, Abdirahman Omar Osman, ha comparecido ante los medios para actualizar el balance y confirmar que 358 personas perdieron la vida y otras 56 están desaparecidas, por lo que el número de fallecidos aún podría ser mayor. Además, otras 228 resultaron heridas, según la agencia SONNA.
Las autoridades han culpado al grupo terrorista Al Shabaab de este ataque, ocurrido supuestamente cuando un coche y un camión cargados por explosivos estallaron de camino al aeropuerto.
El atentado, registrado en la intersección K5 --donde se encuentran restaurantes, sedes del Gobierno somalí y hoteles--, provocó una onda expansiva que se pudo percibir con nitidez en toda la capital, así como una columna de humo negro de tres kilómetros de altura.