Este mismo sábado el presidente italiano, Giorgio Napolitado, había aprobado un decreto por el que se disolvían las dos cámaras del Parlamento, por lo que el Gobierno tenía por ley obligación de convocar comicios que se celebrarían entre 45 y 70 días después de la disolución.
Napolitano aprovechó el anuncio para pedir "máxima mesura" a los políticos ante la inminente campaña electoral. "Mi deseo es que la campaña se lleve a cabo con la máxima mesura", ha afirmado Napolitano en declaraciones a la prensa tras firmar el decreto, según recoge la agencia de noticias italiana AGI.
Los periodistas han interrogado al jefe del Estado sobre su opinión sobre el desempeño del Gobierno del primer ministro, Mario Monti, pero Napolitano ha querido mantenerse al margen. "No doy juicios de esa naturaleza (...). Corresponde a las fuerzas políticas", ha argumentado.