Documentos desclasificados prueban que EEUU conocía las purgas anticomunistas en Indonesia entre 1965 y 1966

EUROPA PRESS 18/10/2017 05:57

Los documentos, publicados por el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, muestran que diplomáticos de la Embajada estadounidense en la capital indonesia, Yakarta, realizaron un registro de los altos cargos del PKI ejecutados, así como del apoyo de Washington a los esfuerzos del Ejército indonesio para acabar con el movimiento obrero en el país asiático.

El organismo ha publicado un total de 39 documentos que corresponden a las actividades de la Embajada en Indonesia entre 1964 y 1968, la mayoría de los cuales se encontraban clasificados, tras las peticiones de activistas y senadores estadounidenses.

Recientemente se han conmemorado en Indonesia el 52º aniversario de la purga ordenada por Suharto, entonces jefe del Ejército y posteriormente presidente del país tras la caída de Sukarno, contra cientos de miles de presuntos comunistas tras el asesinato de seis generales y un teniente durante un intento de golpe de Estado por parte de una facción de las Fuerzas Armadas.

Suharto y las autoridades indonesias apuntaron al PKI como responsable del levantamiento, desencadenando unas persecuciones en las que participaron militares y milicianos musulmanes y que se saldaron con cerca de un millón de encarcelados.

Los citados documentos muestran cómo personal de la Embajada estadounidense en Yakarta habló en distintos telegramas de "masacres" y "matanzas indiscriminadas" contra presuntos miembros y seguidores del PKI.

Un telegrama, datado el 4 de noviembre de 1965, describe la represión militar contra el PKI en Java Oriental y las matanzas en marcha, afirmando que la región "está en gran parte bajo control".

En otro de los telegramas, datado el 28 de diciembre de 1965, el cónsul estadounidense en Surabaya dice que "el asesinato de sospechosos (de pertenecer al) PKI continúa" en Java Oriental, si bien dice que "a menos escala y de forma más discreta".

Así, detalla que las víctimas "son sacadas de zonas pobladas antes de ser asesinadas" y que sus cuerpos "son enterrados, más que lanzados al río". Asimismo, resalta que en Madiun los presuntos miembros del PKI "son entregados a los civiles para ser masacrados".

En otro de los telegramas, datado el 23 de octubre de 1965, un asesor del comandante en jefe del Ejército estadounidense para el Pacífico plantea cómo debería responder Washington "a la posibilidad razonable de que el Ejército indonesio pida ayuda contra la insurgencia del PKI".

Entre los documentos figura uno redactado por la secretaria primera de la Embajada, Mary Vance Trent, en el que se recoge la detención y ejecución de altos cargos del PKI, así como "la falsificación generalizada de muchos documentos, como supuestas confesiones".

Igualmente, figura un telegrama en el que la Embajada estadounidense recoge que predicadores de Medan, en Sumatra, pidieron a la población que matara a "sospechosos de comunismo", lo que fue interpretado por las autoridades americanas como "una amplia licencia para matar".

En este sentido, el telegrama recoge que en las oraciones en mezquita de la localidad se decía que "derramar la sangre de éstos (los comunistas) es comparable con matar a un pollo".

Otro de los documentos se hace eco del "refuerzo del control del Ejército de todos los aspectos de la vida política" en Sumatra, resaltando que la prensa quedó bajo control de las Fueras Armadas y que no había oposición viable a esto sobre el terreno.

El comunismo es un tema especialmente sensible en Indonesia por remitir directamente a una de las etapas más oscuras del país, y el propio presidente, Joko Widodo, ha tenido que salir al paso de informaciones publicadas en redes sociales que le acusan de ser un descendiente de comunistas.

Los sucesivos gobiernos en Indonesia se han negado a pedir disculpas y el Ejército, acusado por activistas de graves violaciones de los Derechos Humanos durante la purga, ha rechazado cualquier esfuerzo de reconciliación.

En los últimos meses, ha habido un aumento de los intentos por parte de milicianos islamistas y grupos paramilitares para azuzar los sentimientos anticomunistas en el país, ante los llamamientos a favor de la rendición de cuentas.

Por su parte, el Ejército indonesio ha llevado a cabo campañas de propaganda para reforzar la narrativa oficial y justificar lo ocurrido como una respuesta a un intento de golpe de Estado comunista en el país asiático.

HRW RECLAMA LA PUBLICACIÓN DE TODOS LOS DOCUMENTOS

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha destacado este miércoles que la publicación de los documentos resalta la necesidad de que los gobiernos de Indonesia y Estados Unidos desclasifiquen todos los materiales relacionados con esta etapa.

"Estos nuevos documentos dejan claro que oficiales estadounidenses tenían un conocimiento detallado de las masacres en Indonesia en 1965 y 1966", ha destacado el subdirector de HRW para Asia, Phelim Kine.

"El Gobierno estadounidense tiene ahora que publicar el resto de documentos, no sólo para el archivo histórico de una de las peores atrocidades del siglo XX, sino como un paso largamente debido para dar justicia a las víctimas", ha valorado.

Por ello, Kine ha manifestado que "el Gobierno estadounidense puede ayudar al Gobierno indonesio a arrojar luz sobre las masacres de 1965 y 1966", indicando que "la rendición de cuentas por estos crímenes horribles, incluido el papel del Gobierno estadounidense, requiere la desclasificación total de toda la información oficial relevante".