Denominada 'Kizhi Pogost', y construida en la isla de Kizhi, ubicada en el lago Onega en la república de Carelia, al norte de Rusia, esta maravilla arquitectónica podría ganarse el reconocimiento de ser la construcción más grande del mundo hecha completamente en madera. Los lugareños de la zona pedían desde hace tiempo una reforma de esta iglesia que ha resistido a los elementos de la Tierra y el temporal durante 150 años.
Ahora, gracias a una genialidad propia de los manos más virtuosas de la carpintería, por fin tienen lo que pedían. Tanto los vecinos como los numerosos turistas que se acercan para comprobar la belleza de esta obra de 37,5 metros de altura, admiran impresionados cómo la estructura se mantiene tan solo con roblones o remaches que están también hechos de madera. Ni siquiera hay clavos a la vista.
Terminada de construir en 1862, tras completar la torre del campanario, ha sido reformada para atraer a la comunidad cristiana a este apartado e impresionante lugar, algo que atendiendo a las imágenes, sin duda debería conseguir. El complejo fue designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990.