El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha afirmado este martes que la operación contra la organización Herrira pretende trasladar al entorno de ETA que "legalidad no significa impunidad" y ha recordado los 112 'ongi etorris' o actos de bienvenida a los presos, que ha realizado Herrira, en los que "enaltecen sistemáticamente a la banda y humillan sistemáticamente a las víctimas". Fernández Díaz ha querido dejar claro con respecto a estos actos que su legalidad "hasta ahora", no les permite estar "impunemente violando la ley".
Con respecto a este tipo de organizaciones ha recordado la sentencia del Tribunal Constitucional que ilegalizó Sortu, ya que cuando una organización comete "de forma grave y reiterada" actos de enaltecimiento del terrorismo puede dar lugar a "incidentes de ilegalización sobrevenida". El ministro ha explicado que la Guardia Civil comenzó a recabar indicios ya en la creación de Herrira, en febrero de 2012 y se han acreditado "suficientes pruebas" para que la Fiscalía y la Audiencia Nacional hayan estimado el cierre cautelar de sus locales.
El titular de Interior ha aclarado que uno de los objetivos de la operación contra la organización ha sido dejar claro que no habrá "negociación con ETA por parte del Gobierno" y que "no tiene sentido" el anuncio del cese de las actuaciones, pero no la disolución y que, siga "creando organizaciones filiales para suceder a las ilegalizadas". Fernández Díaz ha insistido en que Herrira es sucesora de Gestora pro Amnistía y Askatasuna, dos organizaciones que fueron ilegalizadas por considerar el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional que formaban parte del entramado de ETA y en aplicación de la ley de partidos. También ha afirmado que la organización ejerce un "férreo control" sobre el colectivo de presos y quiere " expulsar y estigmatizar" a los que buscan la reinserción.
"La ETA que hemos sufrido no volverá"
Por otra parte, la postura del Gobierno con respecto a ETA es que "no está para dar publicidad a escenificaciones" de la banda, por el contrario, el ejecutivo ha reclamado que entregue las armas y disuelva las estructuras, el aparato logístico y político que le queda. En referencia al comunicado que la banda hizo público el viernes, en el contexto del 'Gudari Eguna', día del soldado vasco, el ministro ha sido claro afirmando que "no están dispuestos a pedir perdón ni a abjurar de su pasado pero dicen que sí a dar pasos a favor de la reconociliación nacional. Nos perdonan la vida porque dejan de matar y hemos de dar las gracias". Aunque a su vez, Fernández Díaz también ha reconocido que son "buenos" los pasos en favor de la disolución, se hagan con mayor o menor escenificación.
El ministro ha expresado su convencimiento de que la ETA "que hemos conocido, padecido y sufrido durante décadas, esa ETA no existe y no volverá. Una persona con un arma puede cometer un atentado, eso es incontrolable pero eso no sería ETA", ha aclarado y también ha incidido en que "el Gobierno no baja la guardia, el Estado de Derecho no está en suspenso" y los beneficios penitenciarios van a seguir siendo los mismos de reinserción individual que contempla la ley.
Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ha afirmado que la operación contra Herrira se enmarca en la "normalidad policial y judicial" y que la calificación por parte del Gobierno vasco como de paso atrás, "es un mal enfoque" y tratar de ver "objetivos políticos". Martínez también ha aclarado que la operación no se ha hecho en el marco de un proceso de ilegalización de partidos, ya que Herrira no lo es, pero sí dentro de una operación penal contra dirigentes que han incurrido en "conductas delictivas".
Con respecto a la banda terrorista ETA, Martínez ha destacado que "se la combate con la ley" y mientras no se disuelva, seguirá siendo objeto de las Fuerzas de Seguridad y de los jueces.