De hecho, pese al "muy buen punto de partida" de la cumbre de esta semana, el presidente gallego ha advertido de que "no será fácil" que haya acuerdo y ha apelado al trabajo conjunto de todas las comunidades y del Ejecutivo central para la financiación, una cuestión que "afecta a todos".
Tras celebrar de nuevo que estuviesen a debate las "prioridades" de Galicia, ha hecho especial hincapié en el impulso de una estrategia para enfrentar el problema demográfico y en que se tenga en cuenta el coste efectivo de los servicios, así como una pieza específica de la sanidad, en el debate de la financiación autonómica, como pedía la comunidad.
Además, ha enfatizado que los acuerdos adoptados salen de un marco de "multilateralidad", pese a las ausencias de Cataluña y Euskadi. Al respecto, ha incidido en que "una España más autonomista y un Estado más descentralizado es compatible con una España que trabaje conjuntamente" para una "mejor gestión", antes de subrayar que "lo que es de todos, hay que repartirlo entre todos".
"SI ALGUIEN NO QUIERE HABLAR, NO CONOCEREMOS SU PUNTO DE VISTA"
"Si alguien no quiere hablar, no conoceremos con exactitud su punto de vista. Pero todos están invitados a trabajar, a escuchar y ser escuchados en los grupos de trabajo que en un mes se van construir. Es bueno que esta revisión del modelo de financiación se haga de forma multilateral", ha recalcado, al término del Consello de la Xunta.
Tras reconocer que "queda mucho trabajo por delante", ha repasado todos los acuerdos cerrados: financiación, la estrategia frente a los problemas de demografía, pacto por la educación (que deberá buscarse en las Cortes), reglamento de la conferencia, protección civil, unidad de mercado, relación con la UE, políticas de empleo, tarjeta social, suministro eléctrico, refugiados y violencia machista.
"QUE NO SEA EXCEPCIONAL"
Feijóo se ha centrado con mayor intensidad en los dos primeros asuntos --financiación y demografía--, pero también ha subrayado la importancia de la multilateralidad.
Asimismo, ha destacado el acuerdo de que la celebración de estas reuniones deje de ser "excepcional", fijándose "una periodicidad concreta" en el calendario, y que se refuercen los mecanismos de preparación y seguimiento de las mismas.