La bolsa española acusa la reforma financiera del ejecutivo. A largo plazo puede ser positiva para la solvencia de la banca, pero de momento ha ahuyentado a los accionistas de unas entidades que tendrán que provisionar más de 20.000 millones de euros. La nacionalizada Bankia se ha seguido desplomando. Ha sido un lunes para olvidar en unos mercados empeñados en superar los peores pronósticos. La bolsa ha cerrado en rojo. El Ibex 35 ha perdido un 2,6 por ciento y se queda en los 6.800 puntos. Las cosas no han ido mejor en las bolsas europeas.