Según un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine, como informa Independent, los que juegan a videojuegos durante al menos una hora al día tienen una menor probabilidad de sufrir eyaculación precoz.
Para llegar a esta conclusión, se estudiaron los hábitos de 396 hombres entre 18 y 50 años.
Pero todo no son buenas noticias. El estudio también revela que los jugadores sufren un menor deseo sexual: “Se puede suponer que 'estrés del videojuego' podría dar lugar a hiperprolactinemia, que provoca la pérdida del deseo sexual”, confirma la investigación.
El autor del estudio recela que los videojuegos proporcionan un flujo constante de dopamina, la denominada hormona del placer, lo que implica la estimulación de un orgasmo: “Esto podría causar la tolerancia en el reflejo eyaculatorio y una disminución del interés en las relaciones sexuales”.
“Creo que los videojuegos podrían ser similares al ejercicio físico, el uso ocasional podría tener efectos beneficiosos, pero cuando se cruza el umbral entre ‘uso ocasional’ y ‘abusivo’, se pueden producir efectos nocivos”, zanja el autor del estudio.