Un año sin el Rey del Pop

CNN+/Cuatro 25/06/2010 12:41

Después de un largo tiempo de encierro, Jackson reapareció el 5 de marzo de 2009 ante los medios de comunicación en Londres para anunciar 50 conciertos en el O2 Arena de la capital británica. Agobiado por sus millonarias deudas, esta era una salida para solventar sus problemas y de paso sentir de nuevo el calor de su público. Iniciado en la música dentro de los Jackson 5, quinteto compuesto por él y sus hermanos y el extinto sello Motown, referencia indiscutible de los 80, inspiración y guía para varias generaciones de músicos, ensombrecido por su propia leyenda y destruido por su propio personaje, Michael Jackson anunció ese día su último espectáculo sobre los escenarios: la gira This is It.

Tras haber sido completamente absuelto por la Justiciade las acusaciones de abuso sexual a menores en 2005, el Rey del Pop había pasado los últimos cuatro años aislado, en su rancho de Neverland. Su imagen pública se había reducido a apariciones en las que se defendía de especulaciones sobre su malograda situación financiera. El diario The Guardian describió la rueda de prensa en Londres como un acto que "sólo sirvió para aumentar la rareza física de Jackson; sus hundidas mejillas, la respingada nariz y la barbilla súper pronunciada". El Daily Telegraph, por su parte, relató el comportamiento del artista como "bizarro" y extraño.

Tras el anuncio de la gira y la locura desatada en Internet para conseguir entradas para lo que podrían ser los últimos conciertos de Jackson, llegaron los rumores que siempre le envolvieron: su estado de salud no le permitiría aguantar el medio centenar de fechas apalabradas. La promotora, AEG, tuvo que publicar los exámenes médicos a los que se había sometido el cantante para demostrar que estaba en condiciones de aguantar el tipo y muchos consideraron la gira como una salida desesperada de Michael Jackson a sus deudas, que ascendían a más de 400 millones de dólares.

El comienzo de la leyenda

Quince meses después de aquella rueda de prensa, la imagen de Jackson en la conciencia pública ha pasado por una revisión dramática. Un año después de su muerte aquel 25 de junio de 2009 por un paro cardíaco provocado por un exceso de medicamentos el Rey del Pop ha recuperado su nombre como leyenda de la música que una vez poseyó. Atrás han quedado los resultados de la autopsia que confirmaron que sufría de una enfermedad dermatológica conocida como vitiligo, que usaba peluca después de haberse quemado el cuero cabelludo en el rodaje de un anuncio, que sólo pesaba 61 kilos y que su cuerpo estaba cubierto de pequeñas cicatrices, de la nariz a las rodillas.

Lo cierto es que, tras su muerte, mientras la policía y la prensa sensacionalista se lanzó a investigar las causas del fallecimiento de Michael Jackson, mientras los medios se centraban en el espectáculo de su entierro o en la batalla por la custodia de sus hijos, millones de melómanos se encogieron de hombros y recuperaron su famoso Thriller. Un mes después de su muerte, el Rey del Pop recuperaba el número uno en las listas de ventas de medio mundo. De pronto, niños desde Brooklyn hasta Pekín llevaban camisetas con la cara del Rey del Pop y en las radios y locales sonaba Billie Jean, parecía 1983.

A día de hoy, el repertorio de Michael Jackson ha vendido en todo el mundo 33 millones de copias -físicas- y la película de los ensayos para los conciertos de Londres, This is It, es la cinta de un concierto con mayor recaudación de todos los tiempos. John Branca y John McClain, defensores del patrimonio de Michael Jackson y sus herederos firmaron en marzo un rentable acuerdo con Sony para la publicación de nuevas e inéditas canciones del artista y otro para un espectáculo sobre la figura del Rey del Pop con el Circo del Sol.

Se calcula que, en total, los herederos han percibido 1.000 millones de dólares en el año que ha transcurrido desde la muerte del artista. Números al margen, el supuesto culpable del exceso de propofol que le mató, el doctor Murray, sigue a la espera de juicio, donde podría ser condenado a cuatro años de prisión, según informaciones de Europa Press.

De icono a mito

Pero lo más importante de todo es precisamente esa revisión que ha experimentado la imagen del icono para convertirse en mito. Seguidores y expertos discuten la última década de la vida de Michael -la que aglutinó los escándalos judiciales y financieros- en otros términos más suaves; ya no es sólo un supuesto pedófilo, es un artista víctima de todo un conjunto de circunstancias a las que antes nadie observaba.

La muerte de Jackson hizo más que lavar su dañada imagen, la exaltó hasta el punto de que recuperó el título de Rey del Pop que su extraño comportamiento le había quitado. Y no sólo eso, abrió unas oportunidades de negocio que, de no haber fallecido, probablemente no habrían surgido.