"Debo decir que nosotros, los cristianos, también en los últimos tiempos, a menudo hemos evitado la palabra penitencia, que parecía demasiado dura. Ahora, bajo los ataques del mundo que nos hablan de nuestros pecados vemos que poder hacer penitencia es gracia y vemos que es necesario hacer penitencia, reconocer lo que hay de equivocado en nuestra vida", ha declarado el Pontífice.
"El dolor de la penitencia, es decir, de la purificación y de la transformación, este dolor es gracia, porque es renovación, es obra de la Misericordia divina", explicó Benedicto XVI.
Aunque el Papa no ha mencionado directamente el debate sobre los delitos de pedofilia cometidos por sacerdotes en distintos países, pero sus palabras sobre la necesidad de hacer "penitencia" podrían enlazarse con esta problemática a la Iglesia católica se está enfrentando en la actualidad.
La última vez que Benedicto XVI aludió directamente a la cuestión de la pedofilia en el clero fue a mediados de marzo a través de la carta que envió a la Iglesia de Irlanda, que es uno de los países donde la cuestión ha generado mayor escándalo.