La administración Bush comenzó a idear un plan para capturar y matar a miembros de Al Qaeda tras los atentados del 11-S en 2001, según ha publicado el diario 'The Wall Street Journal'. Así, durante ocho años el Gobierno estadounidense y la CIA han estado ocultando al Congreso este ambicioso plan ideado por el ex vicepresidente, Dick Cheney.
De acuerdo con la versión de varios ex oficiales de inteligencia, la CIA autorizó el asesinato selectivo de integrantes de la organización terrorista. Además, el programa habría contado con fondos para la planificación y, probablemente, para el entrenamiento de agentes para la misión.
La implicación de Cheney en el plan desarrollado a espaldas del Congreso norteamericano, ha sido revelada el pasado día 24 de junio por el recién nombrado director de la CIA, Leon Panetta. SegúnPanetta, ordenó la suspensión del programa el pasado 23 de junio, cuando conoció su existencia a través un subordinado. El director de la CIA ha asegurado que el plan todavía no se había puesto en marcha.
La polémica surge pocos días después de que se conozca el contenido de un informe encargado por el Congreso sobre el programa de escuchas secretas sin autorización judicial de la administración Bush. El informe ha revelado el extenso programa de actividades de inteligencia.