Empleada desde siempre por los chamanes para acceder a un estado de conocimiento profundo y primigenio, el uso de la Ayahuasca se ha extendido hasta el punto de que muchos la consideran beneficiosa para el tratamiento de diferentes trastornos, en cambio otro sector más ortodoxo de la medicina censura su empleo. Bajo su alargada sombra de mitos y leyendas han surgido falsos chamanes. El resultado: varios inocentes han entrado en una auténtica pesadilla que les ha costado incluso la vida.