Todas las hipótesis abiertas en la muerte de la niña de tres años desaparecida en Málaga
Lucía cenaba en este restaurante junto a sus padres y varios familiares. Salió a jugar con sus primos. Sus padres la perdieron de vista unos minutos. Eran las once y media de la noche.
La guardia civil activó el aviso y más de 600 vecinos de Pizarra han rastreado la zona durante toda la noche, durante 8 horas.
El maquinista del primer tren con salida desde Málaga, que ha pasado por Pizarra a las siete menos veinticinco, ha visto un bulto. Ese sería presuntamente el momento del golpe. No ha podido parar y ha seguido su recorrido hasta Álora y después a Málaga.
Ha sido a la vuelta cuando el convoy ha parado al detectar el cadáver de la niña. Estaba a 3 kilómetros por las vías del tren del restaurante dónde se la vio por última vez.
La guardia civil ha cerrado la vía en busca de pruebas e indicios. Los agentes están visionando las imágenes de la estación y de los bares de alrededor. También ha interrogado a los principales testigos.
La primera hipótesis que barajan los investigadores es que la niña se desorientó, caminó varias horas por las vías del tren y después se quedó dormida.
No había signos de arrollamiento, pero la menor tenía un golpe en la cabeza. Todas las hipótesis siguen abiertas, pero la muerte accidental es la que de momento adquiere más fuerza.