María del Monte se mostró desafiante ante los ladrones: "A mí no me toques"

  • María del Monte y su pareja, Inmaculada Casal, sufrieron un robo en su casa el pasado 25 de agosto

  • Antonio Tejado, sobrino de la cantante, está en prisión provisional por su presunta implicación en el robo

  • 'Código 10' ha tenido acceso a la investigación completa del caso así como a la declaración de María del Monte e Inmaculada Casal

‘Código 10’ ha tenido acceso a toda la investigación del robo en la casa de María del Monte y su pareja, Inmaculada Casal, así como a su declaración. En ella se refleja que la cantante no se achantó y que incluso se mostró un tanto desafiante ante los ladrones.

El 25 de agosto, de madrugada, María del Monte se despertó ante los gritos de su pareja, que le preguntaba a alguien qué hacía. Abrió los ojos, vio que estaba “con dos encapuchados” y reaccionó escondiéndose debajo de la cama.

Inmaculada narraba que la maniataron con el cable de su teléfono móvil, pero parece que la actitud con María del Monte no fue tan intimidante. Es más, ella misma explicó: “Solicité agua a ese mismo asaltante, que me dio una botella de agua que había en el dormitorio”.

En el interior de la vivienda había cinco personas, María y su mujer en la planta de arriba y la pareja de Inmaculada, su pareja y una asistenta del hogar en la planta baja.

La respuesta de María del Monte a los asaltantes

Teresa ha declarado que le pidieron que abriera la caja fuerte, pero respondió que nunca la había abierto y la podía bloquear. Finalmente, la caja no se abrió y le dieron a María del Monte tres minutos para abrirla: "Si no la abres, me llevo a la niña y la mato".

María lo intentó, pero no pudo: “No puedo abrirla, la habéis forzado y no se puede abrir”. El asaltante no la habría creído y habría golpeado a María en el hombro, ante lo que ella respondió: “A mí no me toques”.

Finalmente, consiguió abrir la caja, tras lo que regresó a la cama y se mantuvo de espaldas. Cuando creyeron que todo había terminado, María e Inma intentaron comunicarse con los que estaban abajo: “Hablamos a voces y comprobamos que estábamos bien y que los autores se habían marchado”.