“La fiesta nunca tiene fin”. En esto coinciden muchos de los jóvenes que todos los fines de semana salen a divertirse en los bares y discotecas de toda España. Este tipo de locales cierra a altas horas de la madrugada y aunque parezca que la fiesta ha terminado son muchos los que deciden no poner fin al desenfreno.
Amanece y aunque muchos vuelvan a casa “se me ha terminado el dinero y esto no da para más…”, nos dicen los más precavidos, otros animados por el consumo excesivo de alcohol y otras sustancias deciden continuar la diversión en otros locales conocidos como “after hours” (después de la hora). Son bares que abren después de que el resto de establecimientos cierren sus puertas y que ofrecen sus servicios hasta bien entrada la mañana.
También existe el “parkineo”, es decir, seguir la fiesta en las zonas de aparcamiento. Allí con la música de los coches a todo volumen y los maleteros repletos de bebidas y alcohol los jóvenes prolongan la fiesta hasta el día siguiente. “Otra forma de divertirse que sale mucho más económica”, nos dice una joven en el municipio de Fraga, en Huesca. “Aquí las drogas campan a sus anchas y las chicas hacen lo que sea por una raya”, asegura mientras su amigos preparan "unos tiros" en el interior del vehículo.
En Sabadell, Barcelona, los jóvenes se concentran de madrugada en la conocida como Zona Hermética y “las peleas están a la orden del día”. De esto son testigos, en muchas ocasiones, los trabajadores de los polígonos industriales donde están este tipo de locales y que cuando llegan a sus fábricas se encuentran con “escenas muy desagradables”.
En Fuenlabrada, Madrid, encontramos a unas chicas que han venido en autobús desde Sevilla para pasar la noche de fiesta en esta zona de discotecas. Han encontrado compañía y aseguran que “intercambiarán fluidos y amistad”. También encontramos a otro grupo de amigos durmiendo en el interior de su vehículo. Son de Burgos y no se pondrán en carretera “hasta que se nos pase la resaca”.
La presencia de los servicios sanitarios también es habitual a estas horas de la mañana cuando se hacen más palpables los estragos de los excesos de la noche. Además, acompañamos a la Policía Municipal de Murcia en un control de alcoholemia. Sin embargo, los jóvenes nos confiesan “nos llamamos por teléfono para avisarnos de que la poli está en la carretera”.
“Fin de fiestas”, es un reportaje de Carlos Cachafeiro.