Callejeros Viajeros: Kioto

cuatro.com 07/01/2011 15:07

La ciudad entera es Patrimonio de la Humanidad y además de eso puede presumir de ser, como dice Isabel Sebastián, mientras sube al Templo de la Suerte, en la Montaña de Yoshida: "Es una ciudad muy zen, rodeada de montañas y cortada por ríos de norte a sur".

Con casi millón y medio de habitantes recibe cada año cerca de 49 millones de visitantes, de ellos, tan sólo 1 millón son extranjeros porque "una cosa buena de los japoneses es que son turistas de su propio país".

Para visitar, nada menos que 1.600 templos budistas, 300 santuarios sintoístas y un sin fin de jardines diseñados para meditar o sencillamente, disfrutar del paisaje. Lugares en los que se puede ver a un turista haciendo fotos, monjes cantando o un rodaje de cine, ya que la capital cultural de Japón ha servido de escenario para películas de fama internacional como "El último samurai", "Lost in translation" o "Memorias de una geisha", ésta última una película "que no cayó muy bien en Japón porque retrata a las geishas como prostitutas y nada que ver".

En Kioto se concentra el mayor número de Geishas y Maikos de Japón. Artistas respetadas y distantes, "las Maikos son las aprendices y las Geishas las más mayores". Acceder a ellas está sólo al alcance de unos pocos. A Callejeros Viajeros nos han abierto las puertas de su intimidad gracias a Hidemi, una bailarina japonesa de flamenco que estudia música con ellas. Hemos podido estar presentes mientras Tomoko, una Maiko de 20 años, se maquilla y se viste para acudir a una boda.

Al caer la tarde, en el barrio de Gion, considerado "el tesoro de Kioto" los turistas se transforman en paparazzis y esperan, cámara en mano, el momento justo para hacerles una foto.

En esta ciudad el pasado y el presente se dan la mano: Karaokes, Izakayas como nos los presenta Iván: "son lo más parecido a nuestras tascas y abren hasta las cinco de la mañana", kimonos y baños públicos donde la vergüenza no existe.

Callejeros Viajeros en Kioto, es un reportaje de Noemí Redondo.