1. Llega con tiempo a la salida, pero sobre todo hazlo para poder disfrutar de ese rato en compañía de los amigos con los que has decidido despedir el año corriendo. Solo por el corrillo con los colegas de entrenamiento o de trabajo merece la pena hacer la vallecana.
2. No te vengas arriba en la subida de Concha Espina. Lo importante es llegar entero al final de la cuesta para poder echar la vista atrás y contemplar la marea de gente que corre contigo. Esa imagen de la carrera no se olvida.
3. Coge buen sitio en el pelotón y no te obsesiones con el reloj. Aunque a todos nos gusta correr en nuestro tiempo que tu obcecación por el ritmo, y un roce con un compañero, no te amargue la carrera.
4. Levanta la cabeza de vez en cuando, saborea las anchas calles de la capital sin coches. Pasarás por la calle Serrano, por la conocida milla de oro de la capital donde el que tendrá el lujo de correr serás tú.
5. Ya has dejado atrás la puerta de Alcalá, saludarás a Cibeles y Neptuno y ahora llegas a la parte más animada del trazado. Responde a la gente que anima en la Avenida Ciudad de Barcelona. Allí veras a muchos que ya están de cañas. Algunos no llegarán ni a las uvas. Tú si
6. Aunque vayas cansado levanta los brazos cuando pases delante de algún dj, o de los grupos de música. Tocan para ti para empujarte y que te lo pases bien mientras corres.
7. La subida de la Albufera, es el tramo mítico de la San Silvestre. 900 metros que se hacen duros pero que si llegas con fuerza puedes disfrutarlos. Aquí también es recomendable tomárselo con calma y mirar hacia los lados. El público te llevara en volandas, no agaches la cabeza.
8. Aunque aprietes al final cuidado con la estrechez del recorrido en el último kilómetro. Ha sido una carrera espectacular no lo estropees con un adelantamiento inoportuno y te lleves una mala contestación de algún compañero de pelotón.
9 .Ya lo has hecho, otro año más despides 2016 con 10 kilómetros entre pecho y espalda. Disfruta del ambiente de meta. No intentes arañar segundos porque compensa mucho más llegar junto a un amigo o darle la mano a tu pareja.
10. Con los deberes hechos ya tienes la conciencia tranquila para cenar como un campeón, te lo has ganado. Tu familia sigue sin entenderlo y tú tampoco te esfuerces en explicárselo no te comprenden. Tampoco les aburras y espera que te llegue el aviso con tu marca.
Agustín Hernández.