Creo que todos estamos preocupados por la compleja situación geopolítica que vivimos. Adivinar el futuro, imaginar el nuevo equilibrio mundial, al cual llegaremos, es una tarea muy difícil.
Pero creo que lo que esta pasando no tendría que sorprendernos si solo hiciéramos una análisis, aunque simplificado, de lo ocurrido en estos años.
El desarrollo de la tecnologia ha dado el pistoletazo de salida a la globalización, que en su primera fase ha sido en general una gran oportunidad de crecimiento debido a la ampliación de los mercados y a la circulacion en tiempo real del conocimiento y de la innovación.
Una primera fase expansiva y de entusiasmo
La globalización no solo ha multiplicado las oportunidades, sino que tambien ha multiplicado los riesgos. No olvidaremos por mucho tiempo la rápida propagación de una crisis que ha empezado a ser financiera para luego ser económica, una crisis muy profunda y todavía latente.
Exactamente esta crisis es la que abre, en mi opinión, la segunda fase de la Globalización, una fase que podemos definir de depresión, contrariamente a la primera que fue de entusiasmo y expansiva.
Fase de depresión
En este largo periodo de depresión la clase media , clave para la economía de cualquier Estado, reduce su tamaño y se acentúan las desigualdades mientras que al mismo tiempo se pone en evidencia la debilidad y la falta de competitividad estructural de un buen número de países.
Romper las fronteras no cabe duda que ha creado una fuente de de oportunidades y negocios añadidos pero también una fuerte exposición a la competición. El mismo grande Estados Unidos descubre su falta de competitividad y se propone ahora el objetivo de recuperarla.
Una posición mas autoreferente de Estados Unidos parece hoy un anacronismo pero, según mi opinión, es casi necesaria y solo temporal. Estados Unidos tiene economia de escala, tiene tamaño suficiente para una política menos abierta a lo exterior que, no en el largo pero sí en el medio/corto plazo puede darle la razón.
La que no tiene tamaño, sino en el papel, es Europa, que no acaba de consolidar su potencial político y económico. Está claro que no es suficiente una historia gloriosa aunque plagada de dramas que no tendríamos que olvidar nunca , como está claro que es necesaria una proyección hacia el futuro.
Tampoco tiene tamaño América Latina si no hace el esfuerzo de dialogar entre sus paises, potenciar las recíprocas relaciones comerciales y fortalecer sus estrategias hoy basadas demasiado en las materias primas mientras que resulta insuficiente el desarrollo en infraestructura y tecnología.
Sí que tienen tamaño China e India, dos estados que tienen el crecimiento mas alto y con más potencial competitivo.
Fase de la búsqueda de la competitividad
Sí, ahora que entramos en la tercera fase de la globalización: la fase que llamaría de la reacción, del rescate, de la búsqueda de la competitividad. En esta nueva fase es fácil equivocarse.
Apostar por los nacionalismos y menos por lo global, por la cooperación es la equivocación. La equivocación esta en pensar que la economía de escala no es decisiva mientras que al revés lo es y sin ninguna duda.
Los Estados Unidos son los Estados Unidos. Ellos sí que han encontrado el tamaño ...
Es el momento de pasar a la acción. Nuestras preocupaciónes como europeos solo se pueden solventar acabando con culpar a los demás por lo que hacen o por las decisiones o las iniciativas que al revés nosotros no tomamos.
El gran reto para los países que no tienen el tamaño es modernizar sus estructuras organizativas y economicas , juntarse , dialogar y consolidar las relaciones político/comerciales para encontrar esta competivitad que es la clave para sobrevivir en la era de la globalización. Una globalización imparable donde la sostenibilidad del sistema obliga a una competición entre fuertes.