"La semana pasada hice una especie de juego y dejé en suspenso hablarles de los intoxicadores. Javi Pérez Campos, nuestro compañero, hizo un reportaje sobre una serie de colegios que habían sido testigos de la presencia de OVNIS. Hay un fenómeno dentro del fenómeno que es apasionante. A los pocos días de salir en la prensa que niños habían avistado OVNIS, unos señores acuden al colegio y los convencen de que no habían visto nada y les hacen creer casi que era un tractor lo que vieron. Varias personas tenían una misión concreta: que esos niños acabases confundiéndose generando un silencio.
Esos supuestos científicos que llegan al pueblo generan la cizaña. Estos científicos, que encima no son ni científicos, que son un atajo de mediocres que van de científicos, estaban muy empeñados en ir a deformar, a intoxicar. Esta figura del intoxicador no es española. En Estados Unidos, en Francia, en Italia… cuando se ocurría uno de esos casos que no se puede explicar bien, que genera cierto temor social, aparecían los listos de turno a decirle a la gente lo que habían visto".