BUSH Y LA NÁUSEA

Concha García Campoy 09/11/2010 16:26

Sintió náuseas cuando supo que no había habido armas de destrucción masiva en Irak, única justificación para una guerra más atroz de lo que entonces llegamos a imaginar. Pero ahí queda la cosa para su conciencia porque, después de todo, el mundo esta mejor con un tirano como Sadam Hussein, según añade en sus memorias a renglón seguido. El planeta entero sabe ya que no hubo pruebas y que se cerraron las bocas de los que las tenían de lo contrario. Día tras día se constata no sólo eso, sino también las torturas y crímenes de población civil que ejecutó o encubrió el ejército de los Estados Unidos. Hace poco hablaba aquí de Wikileaks, que hizo públicos miles de documentos que lo atestiguan.

Ningún arrepentimiento, nada de reconocer errores, los equivocados fueron los miembros de su propio equipo, no él ,siendo todo un presidente de la nación más poderosa del mundo. Eso sí, se acuerda de su querido amigo Aznar, que se sintió líder planetario por un día con los zapatos sobre la mesa en medio de grandes líderes, y que tampoco ha hecho acto de contricción. ¿No hay responsabilidades para los causantes de muertes por una borrachera de poder y de dominio económico?. En este caso habla del amigo como "líder visionario" y fanático de la intervención por haber sufrido la opresión de una dictadura... no hay palabras cuando lo que tendría es que haber una intervención de un Tribunal Penal Internacional.

Hay quien piensa que este tipo de acciones publicitarias acabarán lavando la imagen de George W. Bush que, por otro lado, y según reconocen algunos de sus más furiosos enemigos, es simpático y cuesta que te caiga mal en la corta distancia. Yo me niego a creerlo.