80.000 personas, un Santiago Bernabéu a rebosar, esperaban, pasadas las nueve de la noche, un momento con que llevaban mucho tiempo en la cabeza: la aparición del nuevo ídolo madridista, Cristiano Ronaldo.
Florentino Pérez apareció radiante y feliz con su discurso al mundo bien preparado. Para elevar el caché del momento y para que Cristiano Ronaldo -"uno de esos elegidos", según palabras de su propio presidente- "reciba el testigo de los más grandes", Alfredo Di Stéfano -presidente de honor del Real Madrid- y Eusebio -el mejor futbolista portugués de la historia- también estaban en el escenario preparado sobre el césped del coliseo madridista.
A las 21h17 se desató la locura en el Santiago Bernabéu: el actual Balón de Oro, con el número 9 a la espalda, apareció por la bocana de vestuarios y cruzó el césped mientras correspondía el aplauso de los que son su nueva afición. Florentino Pérez siguió con su discurso, interrumpido por una afición que coreaba el nombre de su nuevo ídolo.
A las 21h20, tomando aire y visiblemente nervioso, esperó unos segundos para que un simple "buenas noches" hiciera enloquecer a todos. "He cumplido mi sueño de niño, que era jugar en el Madrid", afirmó el portugués, que también se mostraba muy sorprendido de que el estadio estuviera a rebosar. Tenía preparada una sorpresa final para su breve discurso: animó a toda la afición a gritar unidos un "Hala Madrid". Luego se dedicó a algo que sabe hacer bastante mejor que un discurso multitudinario: malabares con el balón en los pies. También llegó el turno de los niños, a uno le firmó un balón y a otro su nueva camiseta... que a buen seguro más de uno conseguirá esta misma noche tras pasar por la tienda del Bernabéu una vez concluya la presentación.
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