Veinticinco años después, dos equipos históricos de la Copa del Rey disputaron la Final más con más espectación previa de las últimas ediciones. Por un lado, un Athelic de Bilbao, que podía presumir de un mayor apoyo en la grada, y de una ciudad volcada y engalanada
desde hace días con los colores de su equipo. Y por otro, un Barcelona que partía a priori como favorito, porque su juego enamora al mundo del fútbol, y porque saltaba al césped de Mestalla con la idea de confirmar el primero de los títulos de su ansiado triplete. Y ambos equipos con la intención de borrar del recuerdo las imágenes de la Final de Copa del 84 en la que acabaron intercambiando patadas cuando tendrían que haber intercambiado camisetas.
El Athelic lo intentó los primeros 15 minutos, en los que llegó a adelantarse por medio de Toquero. A muchos les vino a la mente el gol de Endika del 84. Un espejismo.
Porque la maquinaria del Barça se puso a funcionar, y con ello, a deleitar a los amantes del fútbol.
El equipo de Guardiola no renunció en ningún momento a su estilo, sacando el balón jugado desde su portero, manejando el balón con rondos de patio de colegio y definiendo como cracks.
Touré empató el partido con un zarpazo que ya quisieran “los leones”; Messi, en una jugada de todo el equipo, dio la vuelta al marcador; y Bojan y Xavi sentenciaron con dos golazos.
Con un partido como éste, resulta complicado preguntaros si es justa o no, la victoria del Barça, porque pocos dirían que no. Ahora es más interesante debatir si el Barcelona será capaz de cerrar su deseado trebol. ¿Logrará el triplete?
Independientemente de que lo logre o no, hay que rendirse y felicitar al F.C. Barcelona por el regalo que está haciendo al fútbol. Enhorabuena campeones. Disfruta de las mejores imágenes del partido en la web de Cuatro