Adela Úcar vive '21 días en la cárcel'

cuatro.com 28/02/2013 12:26

Desamparo y soledad. Son las primeras sensaciones que invaden a cualquier persona al ingresar en un centro penitenciario. De la misma manera, desamparada y sola, Adela Úcar aceptará vivir “21 Días en la cárcel”, título del nuevo reportaje que Cuatro emitirá esta noche, convirtiéndose en la primera periodista española que vive esta experiencia en un programa de televisión.

La reportera de “21 Días” ha accedido a pasar voluntariamente una temporada viviendo como una reclusa en la cárcel de Najayo Mujeres, una de las más importantes de la República Dominicana. Es consciente de que no va a contar con ningún tipo de privilegio y de que tendrá que adaptarse a una vida privada de libertad, sola y sin protección.

En el momento de su ingreso, le obligan a desnudarse y a someterse a un reconocimiento para comprobar que no esconde nada en el interior de su cuerpo. A continuación, recibe sus únicas pertenencias dentro del centro: un uniforme y un colchón con el que tendrá que cargar hasta la celda de aislamiento donde pasará su primera noche. En el comedor de la prisión, le esperan nuevas sorpresas: todo debe comerse con cuchara porque los tenedores y los cuchillos están prohibidos; son objetos potencialmente peligrosos en un entorno en el que la violencia siempre está latente.

Al mismo tiempo descubre lo que significa realmente estar privado de libertad: no poder decidir personalmente ni las rutinas más básicas. La limpieza, la higiene personal o la alimentación pasan ahora a ser patrimonio de los vigilantes del centro, quienes deciden en qué momento debe hacerse cada tarea. Ser recluso también significa carecer de privacidad.

La estancia en prisión transforma el carácter de la periodista. “Me he dado cuenta de que un entorno tan hostil hace que te vengas abajo”. Sin posibilidad de elección, cada día se convierte en una rutina a duras penas soportable. “En la cárcel no se vive 365 días, sino el mismo día 365 veces”, afirma. La falta de motivación termina haciendo mella en las internas, que a veces no tienen aliciente para empezar un nuevo día. “Muchas se levantan de la cama porque si no lo hacen se enfrentan a una sanción”, explica Adela para quien el ritmo de vida carcelario tiene un resultado demoledor. “Saber que cada día va a ser igual te desmoraliza por completo”, afirma con rotundidad.

La oportunidad de conocer a otras reclusas termina siendo la experiencia más valiosa para Adela Úcar. “Lo más interesante ha sido la oportunidad de hablar con las personas y trascender la imagen que tenemos de los presos. Son personas no tan distintas a uno mismo. La vida les ha puesto en un momento difícil y son ellas las que admiten que tomaron la decisión equivocada”.

Esta noche a partir de las 00.30 h., volveremos a emocionarnos de la mano de Adela Úcar y las historias que acontecen pasando '21 días en la cárcel'