‘Volando voy’ cumple el sueño compartido de Fran y Segura de la Sierra: ¡El horno de la panadería Endrino vuelve a funcionar!

‘Volando Voy’ y Jesús Calleja están especialmente contentos porque por primera vez han visitado Jaén. La Sierra de Segura, Cazorla y Las Villas de Jaén, cuentan con una naturaleza increíble y forman una de las manchas verdes más grandes de Europa. El helicóptero del programa aterrizará en uno de los pueblos más bonitos de España, Segura de la Sierra. Formado por unas 20 aldeas que no llegan a los 2.000 habitantes. En Segura apenas viven 200 personas.

Como de costumbre, Jesús Calleja ha querido conocer a los vecinos de Segura para saber cómo eran sus gentes, ganarse a los vecinos y saber qué le hacía falta a uno de los pueblos más bonitos de España para volver a crecer. El presentador se ha encontrado con Antonia Hereida y Amparo Peralta, dos vecinas que aunque también querían una pescadería, han tenido claro que Segura necesitaba volver a tener su panadería y le han enviado a conocer a Manuel Endrino, el antiguo panadero y regente del bar, quién estaba dispuesto a alquilar su local para que el olor a pan recién hecho inundara de nuevo la Calle del Horno “Aquí se entraba por el olor”.

Manuel llegaba a un acuerdo con Jesús Calleja y se quedaba encargado de rehabilitar y volver a poner en marcha una panadería, que sería el sueño de un nuevo habitante del pueblo. Tras recibir múltiples solicitudes y que los vecinos eligieran su historia entre otras tantas, el presentador ha recibido a Fran, un joven de 24 años de Sevilla, que ha trabajado en las mejores panaderías del país y cuyo sueño es tener su propia panadería en un pueblo. Y qué mejor que tenerla en Segura de la Sierra en Jaén.

Fran tenía clarísimo que él es un chico de pueblo, que quería vivir en un pueblo y que estaba en el lugar perfecto, que ha convencido a Jesús Calleja para hacer su sueño realidad. Un sueño compartido con la gente del pueblo y por el que los vecinos se han volcado. Mientras que Fran conocía a las mujeres del pueblo, la panadería de Endrino se llenaba de modernas máquinas y de todo lo necesario para convertir la masa madre de Fran en un delicioso pan recién horneado.

“El día más feliz de mi vida, no me salen las palabras de la boca”, aseguraba un Fran emocionadísimo y muy, muy feliz de ver cómo su sueño de tener su propia panadería se hacía realidad. Fran tiene claro que se va a entregar a su trabajo en cuerpo y alma, que a sus vecinos no les va a faltar nada recién salido del horno y que a partir de ahora, todo el que pase por Segura de la Sierra se parará en la Panadería de Endrino a comprar pan. Pan y algún otro dulce típico de la zona porque las vecinas ya le han entregado una libreta con sus mejores recetas.