Shibuya es el centro neurálgico de Tokio y en ella se concentran miles de personas al día. Uno de los símbolos más emotivos y queridos de la ciudad es la estatua de Hachiko. El perro que siempre acompañaba a su dueño al trabajo y una vez fallecido el dueño, el animal acudió al centro de trabajo durante nueve años. La historia de Hachiko ha sido llevada al cine en Japón y en Hollywood y la ciudad japonesa le quiso rendir homenaje mediante una estatua que representa la fidelidad y el compromiso del animal al hombre. Actualmente es un sitio muy turístico.
En Shibuya también se encuentra el famoso cruce más concurrido de todo el mundo. Hasta 3.000 personas pueden llegar a cruzarlo al mismo tiempo al comprender varias calles y ser el punto de encuentro de muchos.