El Parque Natural de Timanfaya es uno de los tesoros de la isla de Lanzarote, en las islas Canarias. El equipo de ‘Viajeros Cuatro’ ha tenido la suerte de adentrarse en él de una manera que no suele ser habitual: en un coche particular. El paisaje volcánico nos ha dejado con la boca abierta: “Es como estar en la Luna”, ha dicho Paloma García, nuestra guía en esta aventura.
La isla de Lanzarote es una isla volcánica. Una de sus erupciones más violentas ocurrió en 1730: duró seis años y la isla parecía un auténtico infierno. Posteriormente, en 1824, hubo más erupciones que han dejado el particular paisaje que vemos en Timanfaya y en el que domina el malpaís. Es un terreno volcánico improductivo y cubierto de lava.
El Timanfaya también es conocido como las Montañas de Fuego y buena culpa de su impresionante estado de conservación se debe a que las visitas no se pueden hacer de forma particular, sino en grupos y en autobús, sin posibilidad de salirse del camino marcado.
Durante la visita hemos disfrutado de unas vistas impresionantes: cráteres, el valle de la tranquilidad, la lava solidificada casi adentrándose en el mar… En una superficie de 51 kilómetros cuadrados hay 25 volcanes, lo que da a la zona un aspecto casi lunar. No es de extrañar que más de un millón y medio de turistas visiten este mágico lugar cada año.