Turismo

Valencia a pedales: los mejores recorridos en bici para descubrir la ciudad sin prisas ni atascos

Ruta en bici por Valencia. Ivan Arlandis - Visit Valencia
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Explorar Valencia con plena libertad y sobre dos ruedas es una invitación irresistible, al tratarse de una ciudad plana, con clima suave y una red de carriles bici cada vez más conectados. De hecho, la propia web de turismo de Valencia afirma que “la ciudad es completamente llana y cuenta con alrededor de 200 kilómetros de carril bici” que permiten llegar a cualquier punto de interés pedaleando. Así, dejando atrás el bullicio del tráfico rodado, los semáforos y atascos, puedes sumergirte en la ciudad sin prisas.

Los mejores recorridos en bici para descubrir Valencia

Una buena primera alternativa comienza en el majestuoso Jardín del Turia, antiguo cauce del río que hoy cruza Valencia de oeste a este. Esta ruta por el parque del río Turia recorre 10 km del antiguo cauce del río convertido ahora en jardín y permite detenerse en puentes y rincones sin perder la fluidez del recorrido. Desde allí, el carril bici se prolonga hacia la zona marítima, facilitando la tarea casi obligatoria de explorar la arquitectura futurista de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, para luego continuar hasta las playas de la Malvarrosa o la Patacona.

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Un segundo recorrido emblemático lleva al litoral. Se trata de un paseo desde Valencia hasta las playas del Saler, y tiene unos 29 km, estando calificado como “fácil” para casi todos los niveles físicos. Este camino atraviesa el paseo marítimo, la línea azul del Mediterráneo y la brisa marina, lo que lo convierte en una experiencia libre de tráfico intenso y perfecta para quienes buscan pedalear sin tensiones.

Para quienes buscan adentrarse en la naturaleza sin alejarse demasiado, la ruta hacia la Albufera de Valencia es un clásico: saliendo desde el sur de la ciudad, se alcanza este entorno de mar y arrozales en una ruta mayormente llana y bien señalizada, ideal para disfrutar de un atardecer sobre la laguna.

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La localización de los carriles bici ha sido estratégica para este medio de transporte, ya que la red de carril bici permite llegar a prácticamente cualquier punto de la ciudad y en zonas urbanas la velocidad máxima para vehículos está limitada a 30 km/h, lo que refuerza la seguridad del ciclista. Esa velocidad reducida convierte la bici en una alternativa real para la movilidad urbana y no solo en una opción de ocio. Por tanto, resulta lógico que Valencia pertenezca a la Red de Ciudades por la Bicicleta, lo que reafirma su compromiso con la movilidad ciclista. 

Este pedalear tranquilo no excluye la planificación: muchas tiendas de alquiler de bicicletas ofrecen mapas descargables con rutas establecidas. Por ejemplo, la tienda Bike in Mind detalla que llegar desde su sede hasta la playa lleva unos 40 min en bici, proponiendo además rutas hacia el Bioparc o Port Saplaya. 

Lo que es mejor es que la ciudad de Valencia no se conforma, y seguirá mejorando su accesibilidad para los ciclistas que se aventuren a recorrer sus calles. Y la demostrasción es el anunco de un nuevo tramo “ciclo‑peatonal” de 1,3 km que conectará los distritos de Poblats Marítims, Camins al Grau y Quatre Carreres, con pasarela de 54 metros incluida y zonas de descanso, que reforzará el acceso desde la ciudad hacia el mar. Esa infraestructura será una invitación más a seguir pedaleando.

Pero más allá de kilometraje o infraestructura, el verdadero valor está en el ritmo: podrás detenerte a contemplar la fachada del helado del edificio Veles e Vents en la marina, o detenerte en una terraza de la Malvarrosa sin preocuparte por el tráfico. Un paseo por el Turia en bici se convierte en todo un oasis verde que permite visitar prácticamente toda la ciudad sin prisas ni atascos

En definitiva, Valencia es un escenario ideal para descubrir en bici, tanto si eres de pedalear a ritmo de paseo tranquilo como si prefieres una ruta con marcha dominguera. Da igual que optes por adentrarte en el centro histórico desde el Turia, lanzarte al mar o escaparte hacia la Albufera: lo que marca la experiencia es la libertad de pedalear sin agobios, sin semáforos eternos y con el viento del Mediterráneo a favor. Un día sobre dos ruedas, cero atascos y muchas postales rodando.