La DANA de Valencia: el antes y el después

Volvemos otra vez a Valencia, a la zona cero de la tragedia.
Esta es la comparación entre el día después de la Dana y el 364.
Volvemos otra vez a Valencia, a la zona cero de la tragedia. Es el barranco del Poyo, que un año después presenta un aspecto diferente: numerosas piedras, rocas y restos al final del cauce del barranco. Las excavadoras trabajan para retirarlos a la vez que reparan accesos y puentes destruidos tras las inundaciones.
Hay otras zonas en las que sí se nota claramente el antes y el después de la reconstrucción.
Decenas de voluntarios cruzaban El Puente de la Solidaridad, que conecta la zona cero con la ciudad de Valencia. Cada día la recorrían para llevar ayuda a los que se habían quedado atrapados, sin nada, en las localidades más afectadas. Un año después, la normalidad vuelve a este puente, que fue testigo de la ola de solidaridad
Por ejemplo, en Sedaví, la calle que toda España recordaba sepultada por un montón de coches y que ahora se ve limpia.
También en Alfafar en ese corte de vías grabado por un dron después del siniestro, cubierto entonces de coches y escombros, por el que hoy vuelven a circular los trenes.
O el recuerdo de una carretera de Chiva, completamente rota y cubierta de barro tras la riada. Hoy está ya reconstruida y abierta al paso de los coches. Imágenes que nos recuerdan que, aunque poco a poco, la vida sigue.
En una calle donde ahora es imposible encontrar aparcamiento, con la mitad de garajes todavía sin funcionar, aquel 29 de octubre era un tapón de vehículos amontonados unos encima de otros.
La tromba de agua desbordó el Barranco del Poyo y dejó a la vista las tripas de las casas de Chiva donde hoy simplemente hay huecos y solares vacíos.
A vista de dron, vemos cómo los descampados anegados de agua, con vehículos destrozados, como si fueran juguete a la deriva ahora vuelven a tener un orden.
Lo que sigue en proceso de construcción es la mente de muchos valencianos. "Psicológicamente mal, conforme va pasando el tiempo, no te curas. Estuve durante 4 o 5 meses haciendo cosas por hacer".
Muchas calles parecen haberse recuperado mientras los vecinos todavía batallan con los fantasmas de la tragedia. Como Carlos, en su librería de Paiporta, que reconoce que "el pueblo sigue triste. Ya no hay el mismo movimiento que antes. Pero avanzamos juntos, sintiéndonos bien. Aunque todo va muy lento".
Aún recuerdan los momentos antes de la tragedia
Hace justo un año, los vecinos de la zona se preparaban para pasar una noche como cualquier otra. Se despertarían, irían a trabajar, a estudiar y regresarían a sus casas. Tan solo los universitarios se quedarían sin ir a clase. Al resto nadie alertó de lo que la AEMET ya había anunciado.
Esta es la comparación entre el día después de la Dana y el 364. Hace un año la gente estaba haciendo vida normal antes del desastre en Massanassa y nos lo cuenta. Se emocionan con un recuerdo en el día previo a que su vida diese un giro que les marcó para siempre. Algunos trabajaban tranquilos, otros preparaban a los niños. Y otros recuerdan cómo salvaron sus vidas.

