La esperanza de vida ha aumentado notablemente y tener una sociedad que nos cuida ha sido un factor fundamental
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Los análisis de la mortalidad demuestran que los humanos cada vez vivimos más años. Concretamente en España, la esperanza de vida supera los 80. Ha habido varios factores que nos han llevado hasta aquí y, entre ellos, uno al que no se le da tanta importancia: la habilidad para construir una sociedad del bienestar. Según informa Aldara Martitegui en el vídeo, los cuidados sociales y la asignación de recursos públicos a la salud han sido clave.
Y es que el aumento de la esperanza de vida ha provocado la aparición de más enfermedades asociadas a la edad. Envejecer con calidad de vida se presenta hoy como una de las principales preocupaciones. Según la bióloga Tamara Pazos, pinta mucho más el haber avanzado científicamente en cuidados a escala social que el alimentarse mejor de forma individual.
Por qué vivimos más y mejor: la clave está a nivel social y científico
Tamara Pazos ha estudiado los componentes genético y social del aumento en la esperanza de vida. Tiene claro que la clave de la longevidad no tiene tanto que ver con cómo nos cuidamos a nivel persona. "Nuestro ADN a nivel especie es el mismo que hace 200 años, no ha cambiado, no hemos evolucionado tanto. Sin embargo, vivimos mucho más", apunta. "Esto no es porque estemos todos corriendo, comiendo sano y cuidándonos, sino porque tenemos saneamiento público, diseño de espacios laborales seguros, vacunas y avances sanitarios", asegura.
La ciencia y la investigación, así como las medidas públicas que protegen a toda la ciudanía son, según la bióloga, el factor más importante en ese aumento sustancial de la calidad de vida que se ha dado en el último siglo.
Vivir más, pero también envejecer mejor
Para Pazos, envejecer mejor tiene que ver sobre todo con cómo nos cuidamos a nivel social: "Ahí tenemos que poner el foco, en terapias regenerativas, en recursos y espacios públicos". Es fundamental crear una comunidad, tejer una red de contactos en la que todos apoyen y den compañía a todos. "Que yo con 80 años me sienta parte de la sociedad y que me anime a participar activamente en ella", señala.
Es necesario contar con espacios donde envejecer con dignidad, como centros cívicos que realicen actividades o parques para pasear. "Así es más probable que la gente salga de casa y construya esa vida social tan importante", afirma, porque para ella lo más importante de la longevidad es la calidad de vida: "Si no llego a los 140 no pasa nada, pero los que viva, que sea bien".
Pero integrar a las personas mayores en nuestra sociedad de forma activa conlleva un cambio de creencias sobre las implicaciones de envejecer. Debemos "denostar el concepto de que el envejecimiento es algo malo", comenta la bióloga. Es necesario devolver a la tercera edad el valor que tiene. "En algún momento se ha perdido y, en la especie humana, los abuelos y abuelas han sido claves", añade, claves en la transferencia de cultura y experiencia que nos han permitido evolucionar.


