José Antonio tiene un pequeño problema con el coche pero mientras se lo arreglan, el aventurero y su equipo deciden ir a conocer a una de las tribus más fascinantes de África, la de los pigmeos. Uno de los problemas que viven son la deforestación y por otra parte, los conflictos armados, “por eso nos ha costado tanto que alguien nos traiga”, ha explicado José Antonio. Y han acabado con un grupo de cuatro personas armadas y varios portadores. Como están aislados, les llevan víveres, y también es una forma de agradecimiento por dejarles estar con ellos (porque esto no ocurre normalmente).
Mientras se adentran en la jungla, un pigmeo les explica todo los tipos de planta que utilizan para tratarse, “es increíble cómo viven”, ha comentado el aventurero. Una de esas plantas es la matela, sirve para la fuerza física y sexual, “lo utilizan como viagra”, ha apuntado el aventurero mientras observaba la rama. Cuando han llegado al campamento de los pigmeos les han recibido con mucha alegría y entusiasmo.
En el campamento hay unas siete u ocho cabañas, “ellos son nómadas, cuando se acaban los recursos, se cambian, y lo desmontan al momento”, ha contado José Antonio. Las mujeres pigmeas se afilan los dientes, es un signo de belleza, pero el aventurero ha preferido no decirles que se los enseñen por si se piensan que quiere ligar con ellas. “Realmente son muy bajitos, ellos no se han mezclado, se mantienen como ancestralmente”, ha explicado José Antonio, “viven en su hábitat natural”, ha apuntado. Estos pigmeos son cazadores y recolectores, y le han querido mostrar cómo cazan y recolectan lo que encuentran en la selva.