“Yo estudié en su seminario y, en su día, hice unas promesas… lo que pasa es que entre la sotana y una minifalda, tiré por la minifalda”. Así ha sido la carta de presentación de Francisco y todo hacía presagiar que nos iba a regalar algún que otro momentazo.
Raquel, su cita de esta noche, ha entrado pisando fuerte y lo cierto es que desde su primer encuentro, han sido cómplices de miradas e insinuaciones. Durante la cena ha habido más momentos sensuales y, ay, si las miradas hablaran…
Y es que cuando ha llegado el momento de hablar de los fetiches sexuales, Francisco ha confesado que le encanta la provocación y las miradas: “Su mirada me hace pensar que quiere algo”, confiesa él. ¿Tendrán una segunda cita?