El silencio se apodera de la cita de Alfredo y Marta en ‘First Dates’: “No sabía ni qué hacer”

A Marta le encanta salir con sus amigas y hay veces se olvida de que tiene que entregar trabajos en la uni. Sus dos relaciones han durado dos años y medio, y siempre se han terminado por la monotonía. No le gusta que los chicos se crean el centro del universo porque todos tenemos defectos y hay que ser humildes. Lo único que ha pedido para su cita, es que sea un chico con barbita.

Alfredo, su cita, es una persona afable y con una cara muy simpática. Al verle, Marta ha sentido que era un chico guapo y que podía ser su prototipo de cita ideal. Han descubierto que los dos eran de Cataluña y se han quedado mudos. Era la primera cita a ciegas para Alfredo y le ha dado un poco de vergüencita. Marta se ha dado cuenta de que su cita estaba nervioso y ha querido saber a qué se dedicaba y cuáles eran sus estudios.

Ya sentados en la mesa, Alfredo ha querido saber cuáles eran las aficiones de Marta, y ella le ha dicho que le encantaba estar con su perrito Simba. Él le ha dicho que le encantaban los animales y que tenía un montón de perros y gatos. En las relaciones, ella también le ha contado que había tenido dos relaciones y han estado de acuerdo en que era mejor no estar por estar.

A Marta su cita le ha gustado de primeras, pero cuando ha comenzado a conocerle ha sentido que igual no hablaba demasiado, no sacaba conversación y su cita “parecía un interrogatorio”. Alfredo le ha contado que no había tenido pareja y ella ha pensado que era porque no tomaba la iniciativa “ha habido muchos momentos de silencio y ya no sabía ni que hacer”.

A los solteros les ha tocado un Rasca del Amor con preguntas sexuales y Alfredo ha sido muy sincero con ella. Le ha confesado que era virgen porque no había encontrado a la persona perfecta. No quiere tener sexo con gente que conoce por aplicaciones y prefiere esperar para que su primera vez sea algo especial. A ella no le ha parecido ni bien ni mal.

Respecto a lo que más les gusta del sexo contrario, Marta le ha dicho que le gustaban los chicos con barbita y él que se fijaba mucho en que las chicas tuvieran un pelo bonito, y el suyo lo era.

En mitad de la cita, Marta se ha ido al servicio y le ha contado a su amiga por teléfono que la cita estaba siendo un desastre porque Alfredo era muy parado. Él también ha sentido que tenían muchos silencios, pero lo ha achacado a los nervios de ambos. El final de la cita lo ha protagonizado el silencio y es que según le ha dicho ella al darle calabazas “me ha faltado un poco de interés por conocernos”.