Zulai asegura enamorarse de las personas y dejarse llevar por las energías. Jorge no es el chico de mente abierta y poco romántico que venía buscando, pero al verle lanzarse a sus labios sin ningún tipo de miedo ha sentido que igual se podía haber equivocado y no era el hombre conservador que ella había imaginado.

Zulai se ha presentado como una chica “frívola en el amor, no soy nada romántica”. Lleva solo cuatro meses en España y está trabajando en una fábrica de plásticos, pero le gustaría estudiar psicología y especializarse en sexología “me gusta analizar el comportamiento humano y soy sexualmente muy abierta. Me gustan las personas sin importar el tipo de sexo ni la manera en la que se definan”. Se deja llevar más por las energías que por la sexualidad que tengan las personas.

Jorge, su cita, se ha presentado siendo todo lo contrario a ella. Es un tipo muy, muy romántico que asegura que se entrega al mil por mil en las relaciones. Al verle, Zulai ha sentido que era un chico guapo y con presencia. A él también le ha gustado ella, no es la chica rubia tipo Barbie que había pedido, pero sí tenía el pelo largo y unos ojos preciosos.

Parece un poco extraño, pero la cita de Zulai y Jorge ha comenzado con la pregunta “¿Tienes hijos?”, ella le ha contado que tiene uno de tres años y él que tiene otro de ocho años. A ella no le ha importado porque eso habla mucho de la madurez de una persona, pero no sabemos cómo le ha caído escuchar que Jorge lleva años preparándose para encontrar el amor de su vida, es un tipo muy romántico “Me llaman Romeo, Romeo Santos”.

El soltero quiere encontrar a una chica cariñosa con la formar una familia, emprendedora y formar en cinco años un negocio juntos. “Eso es muy latinoamericano”, le ha contestado Zulai con una sonrisa y es que, los dos se han dado cuenta de que tienen gustos y planes de futuro muy parecidos. Por no hablar de la fiesta, a los dos les encanta darlo todo bailando bachata y han brindado por ello.

Todo iba fenomenal entre Zulai y Jorge, pero en el momento que se han conocido un poquito más en profundidad se han encontrado con alguna sorpresa que no esperaban. Ella le ha contado con total naturalidad que sí había fantaseado con alguien de su mismo sexo porque también le gustaban las mujeres y él se ha sentido dañado como hombre “no me siento hombre si sé que mi mujer está con otra chica”. Ella ha sentido que era un poquito conservador y lo ha confirmado al saber que era cristiano evangélico y que para él el matrimonio era algo sagrado.

A Zulai no le ha gustado que su romántico y tan conservador y menos, que se mostrara reacio cuando ella le ha contado que sentía a Dios como una energía y que ella se guiaba por las energías.

En la intimidad de la terraza del restaurante, los solteros han bailado una bachata y se han comenzado a olvidar de todo lo que les había separado durante la cena. Pero en el momento de las Bolas del Amor la cosa se ha complicado. Les ha tocado darse un beso de película y Zulai le ha explicado a Jorge que no le gustaba besarse en la primera cita, pero él lo ha visto tan claro que se ha lanzado a por el beso y se ha llevado… ¡Una cobra de película!

Sin importarle en absoluto, ha seguido insistiendo y le ha mostrado cómo es un beso de tornillo en el cuello. Jorge estaba seguro de que iban a tener una segunda cita y no se ha equivocado, los dos han dicho que sí.