El subconsciente se apodera del consciente de un soltero de ‘First Dates’: “Es otra persona que yo llevo dentro”

Rosa y Juan son de esas citas de ‘First Dates’ en las que cada soltero vive una realidad paralela. Él ha sentido un flechazo al verla y se ha ido enamorando plato a plato mientras que ella no ha sentido nada de nada. No sabemos si es porque no ha surgido la chispa o porque es verdad como dice Juan que su subconsciente se ha apoderado de su consciente y le ha dominado durante toda la cita, pero ella no se ha enterado de nada de lo que le decía.

Juan es Piscis y como tal “un poco romántico y peliculero”. Tiene 6 hijos y ha estado 43 años casado “he estado muy ocupado”. Busca a una mujer que le eclipse, pero para él el físico no es importante. No venía con muchas esperanzas de encontrarla, pero al ver a Rosa se ha echado las manos a la cabeza y ha exclamado un “Wow, lo que estaba esperando en la vida”. Juan tenía en la mente muchas mujeres y al verla se ha sentido impresionado porque le ha gustado mucho “ha sido un flechazo para mí”.

Rosa solo se ha enamorado una y no ha tenido claro que Luis fuera a ser el segundo hombre que ocupara su corazón, pero él tras el flechazo lo ha querido saber todo de ella e incluso, ya se ha planteado dejar su pasión por las palomas deportivas para pasar más tiempo con ella. Estaba tan emocionado que no ha parado de llamarla de usted en toda la cena y no se daba por aludido cuando ella le soltaba un “de tú”.

La pelea del subconsciente con el consciente de Juan durante su cita en ‘First Dates’

Luis no sabía si estaba despierto o soñando “estoy en una nube”, siempre había soñado con estar con una mujer como Rosa y nunca lo había conseguido. Sentía algo dentro de él que le decía que se soltara y se dejar llevar, pero al mismo tiempo él se decía a sí mismo que fuera despacio y fuera prudente “Mi subconsciente es otra persona que yo llevo dentro, que cuando me anula el consciente, ella actúa y telepáticamente por ondas sonoras, no sé cómo hace eso, esa persona tiene cualquier percance o problema. Será mi ángel de la guarda o lo que sea que va dentro de mí y hace que pasen esas cosas”.

Juan estaba tan emocionado que ya se estaba imaginando lo que iba a decir la gente de ellos y cómo iba a presentar a Rosa en sociedad o por lo menos eso nos ha parecido entender porque ni su cita terminaba de entenderle “son conversaciones muy raras”. Juan no estaba buscando a una mujer apasionada, pero al ver a Rosa ha sentido un “deja al alma descansar” y es que tiene claro que “en tu cabeza si no tienes control puedes tener una paranoia”.

Juan y su concepto religioso del sexo: “La carne es pecado”

En mitad de su surrealista conversación, Juan ha querido saber si Rosa iba a misa y si creía en la Biblia. Ella le ha dicho que no era practicante, pero que sí creía y él se ha llevado una alegría porque “la carne es pecado, y la carne es el sexo”. Rosa se ha quedado muerta, no podía creer que le estuviera diciendo algo así a su edad, para ella “La carne es carne” y nada más.

Juan se ha enamorado de Rosa: ““Somos almas gemelas, el corazón se me sale de la caja torácica”

Juan y Rosa han vivido dos citas completamente opuestas, él sentía que había encontrado al amor de su vida y ella no había sentido ni entendido nada de nada. En el momento de la decisión final, Juan le ha pedido a Rosa que no le abandonara y ha dejado claro que quería seguir teniendo citas con ella “Somos almas gemelas, el corazón se me sale de la caja torácica, a mí me encanta”.

Sin embargo, Rosa tenía claro que más que amigos no iban a ser. Ha sentido que era muy buena persona y que había estado muy atento con ella, pero como pareja no le ha visto en absoluto. Juan ha aceptado las calabazas con mucha deportividad y le ha deseado que le fuera muy bien.