Para realizar una investigación completa sobre la figura de Corinna Larsen (y por las restricciones en los viajes del covid), el programa ha contado con la ayuda de Delfina Mocorrea, una periodista argentina afincada en Londres que ha ido a buscar el lugar de su escondite.
Corinna, que dio una larga entrevista a la publicación española ‘OK Diario’, contando todos los detalles sobre su relación personal y económica con el Rey Juan Carlos, ha puesto en jaque a la monarquía española. Ella misma le contó a Eduardo Inda que ha sido amenazada varias veces y que, incluso, alguien “disparó” contra su casa; una vivienda que ‘En el Punto de Mira’ ha localizado en uno de los barrios más caros de Londres, donde también vivió Chopin, Mozart o Margaret Tacher.
Cuando la reportera se ha colocado con su cámara frente a la casa (situada dentro de un enorme edificio blanco), la representante de Corinna ha comenzado a mandar mensajes al móvil de la misma, acusándola de estar acosando a la poderosa mujer inglesa. Dicha asistente ha salido del edificio y, desde su coche negro, le ha preguntado a Delfina si era un miembro del CNI. Ella le ha explicado que no, que es periodista, pero también se ha negado a hacer declaraciones.
Cuando la reportera ha llegado a su casa, ha recibido una inquietante llamada: la de policía británica. Un agente le ha dicho que han recibido una llamada en comisaría de una mujer que tenía "miedo de salir de su casa" a causa de las grabaciones de ‘En el punto de mira’ (aunque el programa sólo estaba grabando en la calle).
Al ser la primera vez que la policía la llamaba por la grabación de un reportaje, Delfina ha comprobado que la denuncia fuera verdadera y no de parte de los miembros de seguridad personal de Corinna. Efectivamente, la llamada era de un policía, por lo que el equipo se ha retirado de la zona de la casa de la examante del rey emérito.